5 de julio de 2011

Pinar de Chiloeches - 02/07/2011

Tras una baja de última hora, el sábado comenzamos la ruta hacia nuestro nuevo campo de entrenamiento, "las trialeras del Pinar de Chiloeches".
A eso de las 8:30, partimos del Eroski de Azuqueca rumbo a Albolleque. De este tramo de transición no cabe destacar gran cosa, salvo algún que otro problemilla con el cambio que quedó solucionado a la altura del cementerio de Chiloeches.
Desde el cementerio, tomamos la ascensión al Castillo, una rampa corta pero con gran pendiente que solemos utilizar para abrir los poros y comenzar a sudar. Al coronar el mini puerto, dejamos nuestras monturas en el parking de bicicletas (no sin cierta desconfianza por mi parte), y terminamos la escalada al gran mirardor donde antes se asentaba el Castillo, a pie. Las increibles vistas de Madrid y Guadalajara nos recargar las energías.
Tras este aperitivo, nos dirigimos al pinar con ganas de cojer soltura en trialeras (ya sabéis que a algunos mas que a otros nos hace más falta). Terminada la que a mí me parece una breve subida desde que la arreglaron y/o allanaron, nos metemos en una trialera que podríamos denominar fácil (pocas bajas o subidas, pero divertida), desembocamos en pistas estrechas que hacen de la ruta una experiencia tranquila y relajante.


Después de unos kilómetros entramos de lleno en el pinar y comenzamos con la trialera que "descubrimos" el fin de semana anterior. En la primera pasada, de las dos zonas que yo personalmente realicé a pie hace una semana, consiguo vencer la desconfianza en una de ellas y la bajo sobre la montura. En la segunda zona, justo antes de comenzarla, vuelven las indecisiones y toca poner pie a tierra. Tras este tramo y saliéndonos del guión, observamos como una senda deja nuestra ruta hacia la derecha, como no tenemos prisa y la mañana acompaña, decidicmos ver donde conduce. Este nuevo tramo nos muestra otro lado del pinar y nos conduce a la pista de bajada a la zona de la compañía de agua. Viendo que si tomamos la querencia normal (es decir, bajar en lugar de subir), la ruta terminaría demasiado pronto, volvemos al comienzo del pinar y repetimos las primera trialera. Esta vez, salvo por una bajadita, consigo realizar el trayecto completo subido en la bici.
Volvemos a pista y nos adentramos en otra trialera que el fin de semana pasado la hicimos de bajada. Esta trialera desemboca en el mirador del pinar, como ya es costumbre, descansamos un poco y reponemos fuerzas con un mini almuerzo. Observamos a los ya habituales jugadores de futbol siete, prácticamente antes de marcharnos, vemos a un biker en medio del pinar, por una zona impensable y tomamos la decisión de investigar como ha llegado hasta allí. Regresamos por última trialera pero esta vez de bajada y a los pocos metros de salir de ella, encontramos la trialera que ha utilizado este biker.
Que decir de esta bajada, técnicamente muy difícil y en algunos tramos no ciclable debido a las últimas lluvias. Sólo las marcas recientes del paso de otros bikers, nos dan animos para montarnos de vez en cuando y probar nuestras habilidades. Estoy seguro que poco a poco, con el tiempo, conseguiremos bajarla completa.
Finalizado el descenso, regresamos camino de Azuqueca.
Como el fin de semana pasado tomamos el desvío hacía la bajada de la fábrica de ladrillos a la altura del polígono de Albolleque. Para el que no conozca este tramo, la única pega que tiene son los surcos dejados por las lluvias torreciales, salvo un tramos algo complicados, el resto es sencillo.
Una vez finalizada la aventura, cervecita y ducha fresquita.
Como siempre lo mejor la compañía ............